Salud

Indicaciones para cuidarse del sol, a una edad mayor

Cuidarse de la exposición solar es una decisión de vida, pues en caso de excederse, el cáncer de piel está a la vuelta de la esquina.

Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), agencia nacional de salud pública de Estados Unidos, más de 5 millones de personas son tratadas por cáncer de piel a un costo de aproximadamente 8.100 millones de dólares.

En un estudio, investigadores de los CDC usaron respuestas a las preguntas de la Encuesta Nacional de Entrevistas de Salud del 2015 para averiguar con qué frecuencia los adultos mayores en EE.UU. se protegían del sol. Entre los hallazgos se encontró que “más de 1 de cada 10 adultos mayores (13 %) habían tenido quemaduras solares en el último año, y las quemaduras solares fueron casi el doble de altas entre los adultos mayores con sensibilidad al sol (20 %)”.

El dermatólogo de BlueCare, Mauricio Betancourt, dice que la exposición a la radiación solar de forma tanto aguda (quemadura solar) como de forma crónica termina produciendo varios efectos nocivos en la piel de diferentes maneras, y muchos de estos, comienzan a verse mayormente reflejados en la edad madura.

“La acumulación en nuestra piel de radiación solar durante toda nuestra vida termina por llevarnos a un proceso llamado foto carcinogénesis, en el cual nuestras células normales de la piel se transforman gradualmente en células de origen maligno, las cuales generan lo que conocemos como cáncer de piel; y todos estos desenlaces son mucho más probables en la tercera edad, y más teniendo en cuenta que la expectativa de vida aumenta cada vez más gracias a la mejora en las condiciones de salud y la calidad de vida”, indica el dermatólogo.

El doctor indica que los síntomas de la quemadura solar pueden ir desde solamente enrojecimiento y ardor en casos leves en la piel hasta la formación de ampollas, hinchazón de cara y extremidades, fiebre, escalofríos, náuseas, aumento del ritmo cardiaco y disminución de la tensión arterial, en cuyo caso se debe buscar la atención medica inmediata.

En cuanto a la exposición solar crónica, el especialista señala que la mayor preocupación son signos que sugieran la aparición de cáncer de piel y aclara que el diagnóstico de cáncer de piel es un tema complejo aún para profesionales con experiencia en este campo; sin embargo, hay algunas claves a tener en cuenta y que obligan a una valoración especializada:

Cambios en una lesión cutánea antigua: por ejemplo, el aumento de tamaño en pocas semanas o meses de un “lunar” o “verruga”, así como sangrado, formación de costras; la presencia de heridas o ulceras en zonas expuestas al sol que no sanan completamente

Cambios en lunares de nacimiento o adquiridos: existen lunares que están presentes desde el nacimiento (congénitos) y los que aparecen en las primeras décadas de la vida (adquiridos), y en la gran mayoría de las veces suelen tener un comportamiento benigno durante toda la vida; sin embargo, existe un riesgo muy bajo, pero no despreciable de transformación a cáncer de piel y hay signos que a los que debemos estar alerta al examinar estas lesiones como:

– Asimetría: hace mención a que la mitad de la lesión sea diferente a la otra (anormal).
– Bordes: los bordes de los lunares deben ser parejos, no irregulares.
– Color: usualmente los lunares son de color un solo color y es uniforme, el cambio de color o la presencia de varios colores obliga su evaluación.
– Diámetro: aunque esto puede variar, los lunares de más de 6 milímetros merecen especial atención.
– Evolución: se refiere a las modificaciones que presentan los lunares en el tiempo, en general ante cambios recientes se recomienda una valoración dermatológica.

¿Qué hacer?

“Los primeros signos de una quemadura solar son el enrojecimiento cutáneo y el ardor, y en caso de presentarse, es indispensable suspender la exposición solar, aplicar paños con agua fría y/o geles a base de sábila y consumo abundante de líquido. En caso de presentarse ampollas o síntomas generales como los descritos previamente, es prioritario la atención médica urgente, ya que puede ser necesaria la prescripción de medicamentos como antinflamatorios corticoides tópicos o sistémicos”, dice el dermatólogo.

Es normal que una vez pasada la etapa aguda de la quemadura, exista un periodo de descamación aproximadamente una semana después, ante lo cual es de utilidad la aplicación de hidratantes cutáneos, agrega.

¿Cómo cuidarse?

El dermatólogo Mauricio Betancourt indica diferentes recomendaciones, de acuerdo a las asociaciones médicas nacionales e internacionales, con respecto a la protección solar:

Uso de protector solar: la Academia Americana de Dermatología recomienda el uso de protector solar diario con un factor de protección contra el sol (SPF) de 30 o mayor, con un amplio espectro de acción (es decir que proteja contra la radiación solar UVA, UVB y luz visible) y aplicarlo en zonas expuestas al sol idealmente cada 2 horas en caso de exposición.

Protección física: hace referencia a protección con ropa de manga larga, sombrero de ala ancha, gafas para sol, sombrilla.

Evitar exposición solar: la Asociación Colombiana de Dermatología recomienda evitar la exposición solar sin la protección adecuada entre las 9 a.m. y 4 p.m.

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