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La apnea, un deporte exigente… ¿De qué se trata?

Esta disciplina emergió de las profundidades del mar como solución a una necesidad básica de la humanidad. Conozca los tipos de apnea y un poco de su historia.

Por: Pilar Bolívar

Como una subdisciplina del buceo en la que de forma voluntaria se mantiene la respiración el mayor tiempo posible, la apnea se considera un deporte extremo; sin embargo, al practicarse bajo el agua y al requerir un entrenamiento enfocado en la optimización de la capacidad pulmonar –mediante ejercicios de respiración propios del yoga–, puede considerarse una meditación bajo el nivel del mar.

“Al principio, mi madre se asustaba mucho; me decía: ‘Ya le prendí la vela a San Antonio’ para que te proteja. Supongo que aún se preocupan mucho, pero no me lo cuentan”, dice Sofía Gómez Uribe, la risaraldense triple récord mundial, quien en 2018 alcanzó la máxima distancia en la modalidad de peso constante con bialetas, descendiendo 86 metros en un tiempo de 2 minutos y 57 segundos.

Pero ¿qué significa peso constante, bialetas y apnea? De acuerdo con la Confederación Mundial de Actividades Subacuáticas, CMAS, apnea refiere a toda suspensión de la respiración –por ello solemos escuchar este término en medicina, cuando se habla de apnea del sueño– pero cuando es realizada de forma consciente, voluntaria y bajo el agua, se trata de la disciplina deportiva que también se llama buceo libre o free-diving.

Reflejo de supervivencia

Si bien existen actividades subacuáticas que implican la suspensión de la respiración al practicarse sin tanques de oxígeno, como el snorkeling y la caza, y fotografía submarina, éstas son recreativas. Las competitivas abarcan desde el nado sincronizado (que no es regido por la Confederación de Actividades Subacuáticas), el rugby, hockey y tiro al blanco subacuáticos, la pesca subacuática deportiva, la natación con aletas y, por supuesto, el buceo libre, del cual se tienen vestigios desde tiempos tan remotos como las profundidades alcanzadas.

Desde los buzos skandalopetra de la Antigua Grecia que se sumergían en busca de esponjas, pasando por los Ama japoneses que iniciaron su tradicional recolección de perlas hace más de 2000 años y las haenyeo (mujeres de mar) de la isla de Jeju, en Corea, que buscan su sustento diario en las profundidades marinas desde hace siglos –siendo reconocidas en 2016 por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad– datan las bases del buceo a pulmón limpio.

Aunque históricamente se trató de una actividad derivada de la necesidad básica de alimento, con el auge que han adquirido las competencias mundiales (hasta el momento, la apnea no ha sido reconocida como deporte olímpico), los entrenamientos se han enfocado en optimizar las adaptaciones fisiológicas al contener la respiración, que son innatas como un reflejo propio de los mamíferos: bradicardia o reducción del ritmo cardiaco, vasoconstricción, menor fluidez circulatoria hacia las extremidades para reservarle la energía al cerebro, “compresión pulmonar –llegan a medir casi lo mismo que dos puños–, los alveolos se llenan de plasma para evitar un daño pulmonar, pero todo eso lo hace el cuerpo naturalmente, sin quemar neuronas ni nada por el estilo”, explica la plusmarquista.

“Cuando uno hace apnea, se dedica exclusivamente a este deporte –agrega. Frente a otros deportes, es más agotador, pues en cada inmersión se liberan muchas sustancias químicas, radicales libres y ácido láctico; por eso, después de los entrenamientos, uno termina fundido”.

Por ejemplo, en una apnea será habitual que los niveles de oxígeno en la sangre, los tejidos y las células disminuyan, mientras que los de dióxido de carbono o CO2 (que al ser producto de desecho, debe eliminarse al exhalar) incrementen; es lo que se conoce como hipoxia e hipercapnia, respectivamente. Y por la falta de oxígeno en los tejidos, los músculos deberán hacer un esfuerzo extra, incrementando su producción de ácido láctico (acidosis muscular).

Disciplinas, a fondo

Apnea estática. El atleta tiene como objetivo realizar una apnea de duración máxima sin buscar la profundidad, es decir, sin bucear.
Apnea dinámica. El objetivo del atleta es cubrir la máxima distancia horizontal, manteniendo el cuerpo bajo el agua (en piscina o aguas abiertas) en apnea, con o sin aletas

Speed endurance. Se debe cubrir una distancia fija en el mínimo tiempo en una piscina. La distancia se completa en fracciones de la longitud de esta, alternando natación en apnea y períodos de recuperación. Se puede practicar con o sin aletas.

Jump blue. Competencia en la que el freediver debe cubrir la distancia máxima en apnea alrededor de un cuadro de 15 metros de lado, situado en una profundidad de 10 metros; debe realizarse en aguas abiertas (mar o lago) y el uso de aletas es obligatorio.

Peso constante. Se debe cubrir una distancia de profundidad en apnea y sin ningún cambio en su peso durante el intento. Se realiza con o sin aletas en aguas abiertas.

Inmersión libre. Competencia en la que el apneísta debe cubrir la máxima profundidad declarada, en aguas abiertas, sin lastre ni aletas.
Peso variable. En esta modalidad, el atleta debe cubrir la distancia vertical en apnea y con la ayuda de un peso o lastre guiado, y regresar a la superficie con su propia fuerza. Se realiza en aguas abiertas y el uso de aletas es opcional.

Skandalopetra. Disciplina recreativa en la que el atleta bucea con la ayuda de una piedra (losa de mármol) añadida a una cuerda. Es un trabajo en dupla en el que un apneísta desciende y al alcanzar la profundidad, es halado fuera del agua por su compañero.

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