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¿Por qué el estado emocional influye en la salud física del ser humano?

Los especialistas recomiendan identificar dolores emocionales para tratarlos y controlarlos a tiempo.

Es posible que el estado emocional influya en la aparición de enfermedades porque las emociones negativas constituyen un riesgo para la salud. Así lo han revelado diversos estudios a lo largo de la historia y uno de los pioneros en investigar los efectos del estrés como causa de numerosas enfermedades fue el fisiólogo y médico austrohúngaro Hans Hugo Bruno Selye (1907-1982).

Según Selye, la interpretación y la forma en que las personas afrontamos situaciones de estrés de distinta magnitud están implicados en diversos trastornos de la salud. Sus estudios aportaron datos donde se puede ver la relación entre los estados emocionales negativos y sus consecuencias en el sistema inmune.

Pero, además, dichos estudios demostraron que las emociones humanas no influyen en la salud, por medio de un único mecanismo, sino que pueden ejercer esta influencia de distintas formas y en diferentes momentos del proceso para tener una enfermedad. El estrés hace a las personas más vulnerables a la enfermedad.

Ivonne M. Vallejo V., directora de Consciencia Plena Mindfulness Bogotá, asegura: “La mente y el cuerpo están íntimamente relacionados, el cuerpo obedece lo que el pensamiento le dice; si el pensamiento presenta una información desagradable, el cuerpo reacciona en consecuencia y sigue a la emoción manifestándose de diferentes maneras: ansiedad, angustia, estrés dolor, tristeza, etc., que se traducen en pesadez, dolor de cabeza, problemas cardiacos o gastrointestinales, según el caso”.

¿Cómo manejar las emociones para evitar enfermedades?

Anibal Hernández, psicólogo, terapeuta y magíster en ciencias políticas, precisa: “Una emoción es una reacción psicofisiológica frente a un contexto, no se planea, no se controla. Hay que diferenciar la emoción del sentimiento. El sentimiento es de largo aliento y se conserva, la emoción es momentánea. Todo sentimiento tiene de base una emoción. Por eso, la administración emocional hace que los sentimientos sean más saludables en el sentido interpersonal e intrapersonal”.

Según Hernández, el problema radica en ignorar que las emociones son necesarias, tienen una función y es importante sentirlas, no reprimirlas. No son negativas o positivas. Cuando reprimimos una emoción, es posible que algún órgano del cuerpo se afecte. Por eso debe haber un trabajo de aprender a conocer, reconocer y administrar las emociones.

Y agrega: “Lo primero que debemos hacer es conocer las emociones, identificar el dolor emocional. ¿Cómo? Dejando de ignorar eso que me afecta, entender que una emoción es de corta duración y es muy intensa en la hiperventilación, aspecto que afecta la racionalidad del cerebro porque la neocorteza donde está la razón gasta demasiado oxígeno en su elaboración. Empezar a hidratarme, hacer ejercicios de respiración consciente, meditación, mindfulness, entre otros”.

La bioneuroemoción

Enric Corbera, psicólogo y conferencista español, creó el método de la bioneuroemoción, definido como un marco de referencia que incluye una metodología de trabajo orientada al crecimiento y al bienestar emocional de las personas.

Según el sitio web oficial de Corbera, este método tiene “una base epistemológica constructivista-humanista e investiga el origen de los conflictos emocionales, con el fin de cambiar la percepción hacia una visión más amplia para mejorar la calidad de vida y el bienestar psicológico”.

Esta metodología propicia un cambio de percepción sobre los conflictos que generan estrés en la vida de las personas, gestionar el impacto que las emociones tienen sobre la salud, potenciar las habilidades de gestión emocional para mejorar el bienestar personal, así como la salud, y comprender la influencia de la historia familiar en las problemáticas actuales de las personas y en sus relaciones interpersonales.

Corbera plantea cuatro pasos para encontrar el origen emocional del conflicto:

  1. Análisis: Identificar una situación de estrés, conflicto interpersonal y/o bloqueo físico o emocional.
  2. Comprensión: Conocer el origen de los conflictos emocionales relacionados con el motivo de indagación.
  3. Aprendizaje: Recuperar un papel proactivo dentro de la naturaleza del conflicto.
  4. Aplicación: Adquirir recursos y aplicarlos para encontrar nuevas soluciones, ampliar la percepción y potenciar el bienestar.

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