Tips para preparar infusiones naturales que favorezcan el organismo

Ayudan a controlar el estrés, estimulan el sistema circulatorio, contribuyen a una buena digestión, ayudan a perder peso; estos son solo algunos de los beneficios de las infusiones naturales.

Por: Cristina Morales

Anais del Río es una apasionada por el tema de las infusiones, a tal punto que hace un par de años decidió viajar a China para aprender de la fuente original los secretos y usos de la naturaleza. Durante su estadía en el continente asiático, realizó cursos en la Casa de Té Lao She, situada en la concurrida zona comercial al oeste de la Torre de la Flecha de Qianmen, donde aprendió secretos milenarios sobre los beneficios del té y las infusiones. El lugar debe su nombre al famoso novelista y dramaturgo chino, Lao She, y su obra maestra de drama ‘Casa del Té’.

Del Río nos enseñó algunas preparaciones y trucos para sacarle mayor provecho a estas infusiones. “El té y las infusiones son la segunda bebida que más se consume en el mundo. Y las razones son muchas: No tiene calorías ni sodio, estimula el sistema nervioso gracias a su cafeína (o teína); facilita la digestión gracias a sus taninos astringentes, activa la circulación de la sangre, es benéfico para el corazón (gracias a la teofilina) y ejerce una acción diurética; es rico en manganeso, en yodo y en cobre”.

Algunas ideas

Manzanilla

También conocida como camomila. Tiene propiedades antisépticas y antinflamatorias, es digestiva, ideal para consumir después comer o cuando se presentan afecciones relacionadas con el aparato digestivo. Además, tiene un efecto calmante, ayuda a combatir el estrés y el insomnio.

Menta 

Es una hierba comestible originaria de las regiones mediterráneas y del centro de Asia. Existen alrededor de 25 mil especies. ¿Sus propiedades? Es analgésica, ayuda a tratar dolores de cabeza y mareos. También sirve para descongestionar, libera las vías respiratorias en caso de resfriado o sinusitis. ¡Puede consumirse en cualquier momento del día o de la noche!

Jengibre

Desde la antigua Grecia y parte de Asia se conocían sus beneficios medicinales. Es antinflamatorio y antioxidante, ya que ayuda a inhibir la producción de óxido nítrico aliviando la inflamación de vasos sanguíneos. Además, es antiespasmódico, contribuye a relajar los músculos, lo que lo hace útil para aliviar cólicos menstruales.

Romero

Posee propiedades calmantes y es un aliado contra la fatiga y la depresión. Es un estimulante que ayuda a combatir migrañas y dolores de cabeza, y ayuda a mejorar la concentración y la memoria. Es un maravilloso antioxidante, contribuye a retrasar el envejecimiento de la piel, ya que promueve la regeneración celular.

*Con información del libro Naturaleza Astuta, Círculo de Lectores.

*Preparación para todas las infusiones

Ya sea que se usen hojas frescas, secas o té en bolsita, el procedimiento es muy sencillo: calentar agua, sin que llegue a punto de ebullición y dejar que suelten todo su sabor y aroma y listo. ¡Pueden tomarse frías o calientes!

Máximo provecho

• No usar agua hirviendo porque puede quemar las hierbas y hacer perder sus propiedades. Solo se debe agregar agua caliente para rehidratarlas y que saquen todo su sabor y aroma.
• Existe un mundo de posibilidades en el mercado, es bueno probar algunas como el de hojas deshidratadas, hojas frescas y algunas de bolsita.
• En lo posible adquirir teteras e infusores para poder hacerte el té directamente de las hojas, ya sean frescas o secas. El té de bolsa tiene polvillo que puede modificar el sabor de la bebida, y suele contener altos niveles de flúor, porque está hecho con las plantas más viejas del cultivo.
• Agregar primero la leche al preparar té. Otra opción para tomarlo es a la manera inglesa. Pero la tradición inglesa del té es quisquillosa incluso en esto. Es importante agregar primero la leche y luego el té.
• No hacer infusiones por más de 5 minutos. Al dejar la bolsita de té o las hierbas por más de 5 minutos, se amarga.
• No escurrir la bolsa de té. Esto puede ocasionar exceso de taninos astringentes, que, aunque son buenos para nosotros, gracias a los antioxidantes, amargan el té.