¿Cómo funciona la compra de terrenos virtuales a través del metaverso?

Grandes empresas están invirtiendo en espacios virtuales donde las personas pueden acceder a diferentes productos, a través del metaverso.

Por: Eliana Páez S.

Llevar a la realidad el universo digital es una posibilidad que toma cada vez más fuerza, con las múltiples opciones que ofrece hoy el metaverso donde, además, hoy es posible comprar terrenos siendo una opción rentable. El sector inmobiliario está conquistando los escenarios virtuales y estos terrenos “ficticios” son cada vez más apetecidos. ¿Cómo funcionan?

“Hay una tendencia mundial de comprar y vender terrenos en el metaverso, ese gran entorno virtual de universos donde los seres humanos interactuamos de manera económica y social siendo avatares, por medio de tecnologías de realidad virtual en el ciberespacio, lo que ofrece una experiencia mucho más inmersiva y fantasiosa. La mayoría de interacciones se viven a través de videojuegos”, aseguró Alejandro Bautista, desarrollador y cofundador de DI Crypto Marketing Agency.

Según Bautista, a través del metaverso se pueden crear entornos de realidad virtual que se viven en tiempo real y pueden estar conectados a nivel global con millones de usuarios. Por eso, el acceso a este tipo de interacciones ha crecido, lo que hace rentable la compra de estos terrenos porque los dueños pueden revenderlos o construir espacios según sus intereses y necesidades. Se convierten en negocios virtuales donde las personas acceden a bienes y servicios en este mundo digital.

“Es básicamente una parcela digital, donde como desarrollador puedes crear mundos o tiendas para ofrecer tus servicios. Estos terrenos se venden, dependiendo el desarrollador o la empresa desarrolladora del metaverso. Actualmente, en diferentes metaversos se venden terrenos a través de la propia moneda digital, pero en la mayoría de casos se vende en dólares y son sumas altas. Esto va tener un cambio a futuro, porque la idea del metaverso es que se desarrollen muchos mundos que sean asequibles para más usuarios”, explicó Bautista.

Precisó, además, que estos terrenos se venden por metro cuadrado, en este caso por pixeles, ya que ocupan un mundo digital. Presentó el caso de la consultora inglesa PriceWaterhouseCoopers, una de las últimas firmas que entró en el mercado inmobiliario de The Sandbox, una de las plataformas de mundos virtuales donde las personas socializan, juegan o asisten a conciertos.

“Lo primero que se debe tener en cuenta para comprar un terreno en el metaverso es revisar quiénes son sus creadores, confiar en marcas reconocidas como Sony, Nvidia, Decentraland, Sandbox, entre otras. Se debe tener una billetera digital, una cuenta en el metaverso elegido y criptomonedas o tokens. Luego de adquirir el terreno digital, el desarrollador inicia el proceso de construcción de su tienda virtual (si son productos físicos debe haber modelado 3D) teniendo en cuenta el tipo de negocio que será. El paso final es definir cómo será el método de pago, si a través de tarjetas de crédito, débito o alguna criptodivisa”, explicó Bautista.

Las posibilidades del metaverso

“Estos espacios tridimensionales existen, pero no son físicamente reales. Sin embargo, la experiencia que se brinda permite llevar a la realidad los productos y servicios que las personas adquieren, a través de envíos, por ejemplo. Los videojuegos son la experiencia más real que ofrece el metaverso porque también se generan economías virtuales”, agregó Bautista.

Y aclaró que los pagos se pueden hacer por medio de criptomonedas en espacios como conciertos virtuales o en tiendas de marcas que ya tienen su espacio virtual. Se puede adquirir productos y servicios en el universo virtual para que los reciba el avatar o la persona que crea dicho personaje, es decir, los productos que se adquieren de manera virtual, se pueden recibir también de manera real.

“Cualquier persona que tenga conexión a Internet puede acceder a algún metaverso. Cada día se crean más metaversos, porque no hay uno, hay muchísimos. Dentro de cada metaverso hay diferentes juegos, tiendas de ropa, etc. Marcas como Nike, Coca Cola, Louis Vuitton, Hyundai, entre otras, ya hacen parte de estos universos”, concluyó Bautista.