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¿Qué es la sobriedad digital?

El uso desmedido de dispositivos, tecnologías, así como la compra y el consumo centrado en la tecnología ha hecho que esta se convierta en una herramienta fundamental de nuestras vidas. Pero, ¿En algún momento ha pensado si esta dinámica está afectando el planeta?

Según explica Félix Eduardo Sánchez, decano de la Facultad de Ingeniería y Afines de la Fundación Universitaria San Mateo, “la tecnología hoy carga con el peso de la contaminación y el consumo mundial de energía crece a un ritmo acelerado, ocasionando afectaciones a la eficiencia energética. En ese sentido, es evidente la necesidad de mejorar la forma de consumir tecnología y racionalizar el consumo de dispositivos que generen contaminación”.

“La contaminación digital es silenciosa e impulsa nuestra huella de carbono, aunque no sea fácil su medición”, agrega.

Para Merly Pupo, HR Head TCS (TataConsultancy Services) Colombia dice que “las nuevas mecánicas de vida, resultantes de la pandemia, como lo es el trabajo remoto, han generado que tengamos un uso excesivo de las tecnólogas de la información, causando así un gran impacto a nivel ambiental”, agrega.

Según Naciones Unidas, añade, el progreso económico y social conseguido durante el último siglo ha estado acompañado de una degradación medioambiental que está poniendo en peligro los mismos sistemas de los que depende nuestro desarrollo futuro y por supuesto nuestra supervivencia.

Según Greenpeace, la huella de todo este tráfico digital es equivalente al 7 por ciento del consumo de electricidad mundial, generando el 2 por ciento de las emisiones globales de CO2, lo que representa una huella ambiental muy importante.

Como ha indicado la consultora McKinsey, el mercado de las tecnologías de la información producirá entre el 3 y el 4 por ciento de todas las emisiones contaminantes en el mundo.

Por ello, “se recomienda que las empresas, hogares y ciudadanos, implementen buenas prácticas que impulsen el desarrollo sostenible. la economía circular y se generen espacios de sensibilización a toda la sociedad, especialmente enfocado en las nuevas generaciones, que hoy tienen expectativas muy altas relacionadas con la tecnología y ven como una necesidad primaria tener un smartphone, portátil, videojuegos y demás equipos tecnológicos”, dice Sánchez.

En este sentido, aparece la sobriedad digital, un término que poco a poco ha cogido más fuerza.

Para Félix Eduardo Sánchez, se trata de “una invitación a valorar las oportunidades del mercado en un entorno tecnológico saludable, a través de un consumo responsable de la tecnología que vaya en línea con el medio ambiente e impulse la necesidad de combatir el cambio climático, a través del uso moderado de estos dispositivos y cuya recarga se realice sólo cuando sea necesario”.

Recuerde evitar:

Félix Eduardo Sánchez, decano de la Facultad de Ingeniería y Afines de la Fundación Universitaria San Mateo, dice que algunas malas prácticas son:

  • Compra desmedida de implementos tecnológicos que no son totalmente necesarios.
  • Desinformación sobre el consumo de energía que genera el uso de la tecnología y sus diferentes dispositivos electrónicos.
  • Poca consciencia sobre la huella ambiental que representa consumir internet por su alta utilización y reproducción multimedia.
  • Recarga de batería de forma consecutiva aun cuando esta no se ha agotado
  • Utilización de múltiples dispositivos en empresas y hogares de forma unipersonal, como son computadores de escritorio, portátiles, tablets, relojes inteligentes, impresoras, aspiradoras inteligentes, etc.
  • Consumo desmedido impulsado por las diferentes estrategias de venta como Black Friday y temporadas especiales.

¿Cómo priorizar los usos de la tecnología para reducir el impacto ambiental?

  • Para aportar al cuidado del planeta, Sánchez recomienda:
  • Reducir el número de aparatos tecnológicos que utiliza cada persona.
  • Evitar el consumo excesivo de energía.
  • Disminuir el uso de automóviles.
  • Adquirir productos electrónicos con componentes reciclables.
  • Evitar cambiar los equipos hasta que no cumplan con su vida útil.
  • Implementar límites en el uso de videos y descarga de información, con el fin de disminuir el consumo y el tráfico de internet.
  • Elegir soluciones electrónicas con energías alternativas, en especial en los centros de datos y grandes infraestructuras para proveer internet.
  • Limitar razonablemente el uso de tecnología en los hogares como los dispositivos de entretenimiento, celulares, televisores, computadores o videojuegos.
  • Incentivar las conversaciones humanas en las organizaciones y en los hogares.
  • Evitar el aislamiento social, el sedentarismo y fomentar la interacción con las personas.
  • Apagar las luces, computadores y televisores cuando no se encuentren en uso.

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