Saludzz-portada

¿Se le olvidan las cosas?: “No es normal perder la memoria”

Tener una vida saludable es la mejor herramienta para prevenir la demencia o los trastornos de memoria a largo plazo.

¿Se le olvidan las palabras que va a decir? ¿No sabe dónde dejó las llaves? ¿Olvida las palabras que iba a pronunciar? Bueno, pues, en muchos casos, estas acciones no son pérdida de memoria, sino de atención. Sin embargo, es necesario consultar para saber de qué se trata, pues perder la memoria tampoco es normal.

Miguel Arturo Silva Soler, médico neurólogo, especialista en trastornos de sueño, jefe del Servicio de Neurología del Hospital San José y Profesor de la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud FUCS, responde las preguntas más frecuentes sobre el tema.

¿Qué es la pérdida de la memoria?

Es toda condición que nos lleva a tener dificultades o incapacidad para evocar un recuerdo que necesitemos en un momento dado, que pueden ser de forma transitoria, de forma progresiva, de forma permanente y crónica, dependiendo básicamente de cuál sea la causa de esta condición que nos lleve a esa incapacidad para recordar.

¿Cuáles son las principales causas?

Hay alteraciones farmacológicas, toxicológicos, metabólicas, infecciosas, causas vasculares, y están también las que usualmente consultan, que son las causas neurodegenerativas, como las demencias, como por ejemplo el Alzheimer, que es la demencia más frecuente a nivel mundial.

¿Cuándo se considera que es normal o cuándo pedir ayudar?

No es normal perder la memoria. A veces, asociamos la edad con que sea normal perder la memoria. En ninguna condición, es normal. Tú puedes tener 80 o 90 años y no tener problemas de memoria. Entonces, siempre que tengamos alguna dificultad, problemas de memoria, debemos consultar un médico especialista y realizar los estudios para determinar cuál es la causa que está produciendo de esta situación.

¿A quién acudir?

Cuando detectemos que tenemos un problema de memoria, debemos consultar de inmediato al neurólogo y allí debemos empezar una serie de estudios y unas pruebas para buscar la causa. Entonces, hacemos unos estudios metabólicos, que son los estudios infecciosos, los estudios estructurales, a través de neuroimágenes; en ese caso, usualmente resonancia cerebral. Además de ello, hacemos unas pruebas neuropsicológicas con un grupo especializado para realizarla, para detectar los diferentes dominios de la memoria que pueden estar comprometidos y, con base a esos resultados, se empezará un tratamiento con terapias, tratamiento farmacológico y alguna otra intervención que se requiera, según la causa.

¿En qué consisten las terapias?

Hay muchos tipos de terapia, pero básicamente lo que se busca con la terapia es dar herramientas cognoscitivas para solucionar diferentes tipos de problemas, dependiendo del grado de demencia o dependiendo del grado de alteración cognitiva que tenga el paciente. Entonces, hay terapias ocupacionales, físicas, neuro-psicológicas, en donde básicamente se realizan actividades de diferentes tipos para hacer como una activación neurológica y generar más redes neuronales para disminuir así la discapacidad producida por la demencia.

¿En qué se diferencia la pérdida de la memoria de la demencia o están relacionadas?

Están relacionadas. La pérdida de memoria hace parte del cuadro demencial, pero no lo es todo. La demencia conlleva a situaciones adicionales a la pérdida de memoria. Entonces, puedes tener un paciente con demencia que tenga alteración en la memoria, pero además de esos cambios comportamentales, agitación psicomotora, cambios en su comportamiento y tener otras manifestaciones neurológicas adicionales a la pérdida de memoria, mientras que si tú solamente tienes pérdida de memoria no configura una demencia.

¿Cómo saber diferenciar la pérdida de la memoria del despiste?

Hay muchas alteraciones en las que la memoria se puede ver comprometida. A veces, es la memoria y a veces es la atención. Muchas veces, sobre todo en pacientes jóvenes, lo que presentamos usualmente son fallas en la atención que el paciente puede interpretar como si fuera falla de la memoria. Entonces, a veces pacientes o personas que tienen mucho trabajo, que están ahí con alteraciones emocionales de diferente tipo, que están con trastornos del sueño y está muy asociado a alteraciones, tanto transitorias como crónicas y progresivas, de alteraciones de la memoria. El sueño tambiénes un punto fundamental a estudiar, en pacientes con alteración en la memoria.

Lo que se debe evaluar es si realmente hay un problema de memoria como tal o es un problema de atención, o a veces estamos pensando en muchas cosas del tiempo y digamos que nuestro cerebro pierde la capacidad de concentrarse y de grabar esa información. Por eso, se interpreta como si fuera problema de memoria.

¿También se debe consultar?

Sí, es realmente importante consultar de forma temprana porque, entre más temprano tengamos un diagnóstico, mucho más temprano vamos hacer una intervención y posiblemente tengamos menos secuelas y un desenlace favorable para el paciente.

Entonces, si por ejemplo detectamos que es un problema de sueño, pues hacemos la intervención, corregimos el problema de sueño y simplemente este problema de memoria se vuelve algo transitorio… Si es un problema en el estado de ánimo, pacientes con depresión, ansiedad… Al corregir esa situación, la memoria también va a mejorar y vamos a hacer que solamente sea una situación transitoria.

Una recomendación clave para los pacientes…

La recomendación es tener buena calidad de vida, que incluya una buena alimentación, una buenas cantidad y calidad de sueño, una actividad física. Evitar, por supuesto, el consumo de tabaco, el consumo de alcohol, porque son condiciones que favorecen esa situación de pérdida de memoria.

Los comentarios están cerrados.